Desde pequeña yo quería ser maestra, pero por diferentes circunstancias fui cambiando de opinión. Cuando estaba en la preparatoria decidí estudiar Ingeniería en Sistemas Computacionales, pues era una carrera de moda, y me sería útil el resto de la vida, la tecnología empezaba a rondar en México y parecía un futuro prometedor.
Ingresé a la U.A.T. y termine la carrera sin un futuro asegurado, estaba haciendo mis prácticas profesionales en una maquiladora como auxiliar de producto; una tía impartía clases en una Universidad particular y me invito a incorporarme, a la vez en la maquiladora me ofrecieron empleo como Ingeniero de Calidad. ¿Cuál creen que acepte? Pues sí, me fui a la Universidad y me llenaron de horas en los dos turnos. A los dos años tuve la oportunidad de ingresar a Conalep y desde entonces me dedico a dar clases pues tengo 2 pequeños y el horario es muy flexible. Actualmente sigo laborando en estas Instituciones y una Universidad más. Curse una maestría en Docencia en Educación, en la cual adquirí estrategias básicas para la enseñanza.
Pienso que el ser docente permite estar en constante actualización y es una labor tan bonita que da tantas satisfacciones.
En nivel medio superior ser docente ha significado una experiencia gratificante porque tenemos la oportunidad de cambiar la actitud de los jóvenes en una etapa crítica de su vida, al inicio vemos a unos niños tímidos e inseguros, conforme pasa el tiempo se convierten en jóvenes maduros, con una seguridad tremenda y un deseo insaciable de renovar todo. Eso se convierte en motivo de satisfacción, el ver un cambio radical y positivo. Además otro motivo de satisfacción es la amistad que se forja durante su estancia y perdura para siempre.
Hasta ahora no me arrepiento en lo absoluto dedicarme a ser DOCENTE.
Excelente tu blog, felicidades, el contenido es muy intereseante.
ResponderEliminarSaludos.